«Un antropólogo que estudiaba los hábitos y costumbres de una tribu en África, y porque él
siempre estaba rodeado de niños de la tribu, decidió hacer algo divertido entre ellos;
consiguieron una buena cantidad de caramelos en la ciudad y los pusieron a todos en una
canasta decorada con cinta y otros adornos, y luego dejaron la canasta debajo de un árbol.
correr hasta aquel árbol y y el primero que llegase a la canasta seria el ganador y tendría
el derecho a comerse todos los caramelos él solo.
en fila, esperando la señal acordada.
corriendo juntos hacia la canasta. Llegaron juntos, y comenzaron a dividir los caramelos, y
sentados en el suelo, los comieron felices.
El antropólogo fue a su encuentro y les preguntó indignado por qué habían ido todos
juntos, si sólo uno pudo haber tenido toda la canasta.
Entonces, los niños respondieron:
–UBUNTU!!! Cómo uno de nosotros podría ser feliz si todos los otros estuviesen tristes?
No hay comentarios:
Publicar un comentario